En pleno momento de tensión electoral en Argentina que marcará antes de fin de año quién será el próximo Presidente de la Nación, las pymes se encuentran a la expectativa por la aceleración de la inflación que hubo en agosto.
Es que luego de las PASO y de la devaluación de más del 20% del precio del tipo de cambio oficial, el resto de las referencias cambiarias también ajustaron de valor. De hecho, el dólar libre aumentó hasta 40% el mes pasado.
Esto llevó a que gran parte de los productos y servicios trasladen el avance del dólar a los precios de referencia de la economía, y varios analistas proyectan que en agosto la inflación fue superior al 11%. Una cifra similar que se espera para septiembre.
En resumen, el ajuste de los precios de cada sector definirá cómo queda configurada la estructura de costos de cada Pyme, que en muchos casos debe trasladar esos incrementos al consumidor.
A ello se le suma las limitaciones que hubo en las importaciones de varios insumos, algo que también incidió en freno en la producción de algunos productos e incrementos en los costos.
Los desafíos para las pymes son varios en este contexto, y la resolución política se inserta como factor determinante. Todavía no está nada dicho y las medidas económicas que recién se anunciarán en diciembre, con la llegada del nuevo gobierno, marcarán un panorama más claro.-