La historia de la Cooperativa Integral Limitada de Wanda, Misiones (Argentina), que cría pollos orgánicos, tiene un gran componente de emprendimiento social.
Cáncer con Ciencia de la Fundación Sales le hizo entrega de un camión con sistema de frío para que los productores locales aumenten la producción de pollos, y así abastecer con alimentos orgánicos a diferentes ciudades del norte misionero.
Samuel Doichelle, fundador de la Cooperativa, reconoce que tienen grandes desafíos por delante, pero “el vehículo era lo más costoso para conseguir. Tenemos que seguir invirtiendo, necesitamos herramientas. El camión nos permitirá conseguir las habilitaciones necesarias para la comercialización”.
La Cooperativa Integral Limitada surgió en el 2011, cuando un grupo de pequeños productores de la localidad de Wanda se reunieron para comenzar a trabajar en una producción alternativa a la del tabaco.
“Se juntaron para producir alimentos y dejar el tabaco, que perjudica la salud y no se paga bien. Pero, principalmente, afecta la salud. Personalmente perdí un familiar y otras personas también sufrieron esto”, señala Doichelle.
Así se acercaron a la Agencia de Desarrollo del Norte Misionero para comenzar a evaluar diferentes alternativas.
“Somos una asociación civil público privada creada por los municipios de Esperanza, Libertad, Wanda, Andresito y San Antonio en donde también participan empresas pymes y emprendedores individuales. El objetivo es promover el desarrollo de la región. Con la Cooperativa trabajamos desde el año 2014 en desarrollar la cadena avícola, porque entendemos que es muy dinamizadora de toda una serie de actividades”, dice el ingeniero agrónomo Enrique Guerrero, gerente de la Agencia.
La producción tabacalera se realiza en pequeñas plantaciones, que pueden ser de dos o tres hectáreas, para lo cual se utilizan agroquímicos que son nocivos para la salud de los cultivadores, afirman.
“Tenemos en la zona el mayor índice de chicos con discapacidades, con parálisis cerebral porque nacieron de madres superintoxicadas”, dice Guerrero.
La colaboración entre el sector público, el privado y el tercer sector es una práctica que viene ganando terreno en Argentina, creando economías basadas en el concepto de circularidad. Es decir que se genera un círculo virtuoso en el cual todos ganan, enfatizan los actores.
“La cama del pollo, donde está el estiércol del pollo, es un excelente abono. Con eso se ha montado una pequeña fábrica de bocashi (abonos orgánicos) que sirven a los productores hortícolas. Luego hay una cooperativa hermana, que produce alimento balanceado para alimentar a los pollos a partir de maíz y soja, que cultivan otros productores que dejan a la plantación de tabaco de lado para producir estos alimentos”, relata Guerrero.
Además, los residuos plásticos que surgen de todo el proceso son entregados para su reciclaje y fabricar postes y chapas para los galpones de cría.
Hacia el futuro cercano, el campo que no se utilice para la cría aviar será plantado con bambú, un biomaterial con muchísimas aplicaciones y es la base de una cadena de valor que “hoy no existe en el país y que puede generar muchos puestos de trabajo digno, dinamizando las economías regionales. Este proyecto lo desarrolla la Fundación Sustentarte”, finalizan los emprendedores.-