El boom del comercio electrónico también está modificando el tráfico mundial de los productos falsificados, un negocio que mueve más de 412.000 millones de euros a escala global, según informan la OCDE y la Oficina Europea de Propiedad Intelectual (EUIPO).
Así, la realidad indica que las compras online han desplazado a otras alternativas en ese tráfico ilegal, como los manteros.
El último informe elaborado conjuntamente por ambos organismos desvela que más de la mitad de las incautaciones de copias ilegales de ropa, calzado, perfumes y todo tipo de artículos que se realizan en Europa está relacionada con el comercio electrónico.
En concreto, supone el 56% del total de actuaciones realizadas en las aduanas de la Unión Europea.
«El análisis confirma una correlación positiva y estadísticamente significativa entre los indicadores de la actividad del comercio electrónico en una economía y las importaciones de falsificaciones», resume en sus conclusiones este documento bajo el título de “Uso indebido del comercio electrónico para la compraventa de productos falsificados”, publicado por El Economista de España.
El boom de pequeños envíos que supone este canal lo hace aún más difícil de controlar, además de reducir las pérdidas para los traficantes cuando se lograr decomisar esas mercancías.
El estudio recoge que entre 2015 y 2019, el tráfico de paquetes aumentó en más de un 70%, hasta alcanzar los 21.300 millones de artículos.
Según sus datos, el 90% de las incautaciones realizadas en Europa utilizaban el correo postal o la mensajería como medio de transporte.
La agencia europea certifica en su informe que no hay grandes diferencias entre los productos falsificados que más utilizan el canal online con los que se mueven a través de otros métodos tradicionales.
Productos más falsificados
El calzado es el producto estrella en ambos casos, e incluso las incautaciones vinculadas al comercio electrónico son algo más elevadas, al representar algo más de un tercio de todo el material intervenido.
Le sigue otro de los superventas de las falsificaciones, las prendas de vestir, aunque en este caso baja ligeramente frente a los métodos tradicionales.
Sin embargo, en su radiografía sí que el uso del comercio electrónico despunta en determinados segmentos de productos falsificados frente a otros.
Este es el caso de la industria de los perfumes y los cosméticos, los productos farmacéuticos y los de óptica y fotografía (por las gafas, fundamentalmente), detalla El Economista de España.
Más 7 de cada 10 incautaciones de artículos ilegales de estas categorías que se realizan en Europa están vinculadas al comercio electrónico.-