La figura del inversor ángel surgió hace ya algunos años en la industria y hace referencia a individuos que desembolsan capital en startups argentinas, más allá de su propia nacionalidad.
De acuerdo con los datos arrojados por un estudio realizado en Argentina, el 98% de quienes se vuelcan a esta forma de inversión son locales, registrando un crecimiento respecto de la primera edición de la encuesta, donde este dato era el 93,6%. El 2% restante que participa como ángeles son de nacionalidad extranjera, entre ellos, uruguaya y estadounidense.
La edad promedio del inversor ángel argentino es de 50 años, con un mínimo de 18 y un máximo de 78 años. El 75% de los encuestados tiene menos de 57 años. El intervalo de edad más común es entre 41 y 50 años (41%).
En términos de educación, del total de los consultados, el 53% alcanzaron educación de posgrado (49% Maestría y 4% Doctorado). La mayoría tiene un título en negocios (62%), seguido por Economía (41%) e Ingeniería (31%).
A la hora de adoptar patrones para identificar más eficazmente una oportunidad de inversión, el más utilizado es “Contacto directo con empresarios/emprendedores”, seguido por “amigos/colegas de trabajo” y “grupo/red ángel o fondos”.
Esto lo diferencia también de Estados Unidos, donde los grupos ángeles están en la situación más privilegiada.
Estos datos surgen de la “Encuesta sobre el Inversor Ángel Argentino 2020”, que fue realizada en iniciativa conjunta entre el Observatorio Latinoamericano de Financiamiento a Emprendedores (OLFE), conformado entre IAE Business School y la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Austral, y la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (ARCAP), y contó con el apoyo de Amazon Web Services (AWS).-