Los altos índices y escalada de la inflación en Argentina y en el mundo ponen en la lupa las estrategias que tejen las empresas para finalizar el año. Así, casi 4 de cada 10 compañías locales están modificando sus estrategias de pricing para que estén más alineadas con los incrementos de costos, indica un relevamiento de la firma Grant Thornton.
En cifras, un 22% de las empresas en Argentina está planificando acciones para mitigar los riesgos de la inflación. Además, el 39% está dando pasos para mejorar la eficiencia, costos internos y reduciendo gastos innecesarios o secundarios.
“En Argentina, tanto las empresas como la personas, estamos acostumbrados a considerar la inflación como un factor de nuestra macroeconomía y economía personal”, detalla Fernando Fucci, Managing Partner de Grant Thornton Argentina.
Al respecto, hace hincapié en tres pilares que ayudan a sobrellevar estadíos de mucha inflación:
1-Adelantar compras y gastos
A las empresas que tienen liquidez, se les recomienda que adelanten gastos necesarios de insumos, bienes no perecederos, servicios cuyo pago adelantado permite la negociación de descuentos.
Esto les permite evitar la pérdida del valor de su caja y saber a ciencia cierta que cuentan con algunos bienes y servicios a pesar de que su precio puede continuar aumentando.
2-Evaluar la cartera de créditos
Ante el panorama global de inflación, los productos de crédito que tienen tasa variable o aquellos que estén en moneda extranjera deben ser evaluados de forma detallada, ya que experimentan aumentos ante las presiones inflacionarias que se presentan a nivel internacional.
«En Argentina, el crédito empresarial continúa siendo costoso y el ahorro en pesos no resulta tan rentable como en moneda extranjera. Debido a esto, cada empresa debe evaluar su cartera de créditos y tomar decisiones que permitan la protección del valor de sus activos», afirman.
En cuanto al consumo, muchas cadenas de electrónica y otros bienes necesarios en las empresas cuentan con planes de financiación. Sin embargo, en cada caso debe evaluarse hasta qué punto los planes de cuotas son convenientes, ya que el interés generado puede sobrepasar la inflación si el pago se extiende excesivamente en el tiempo.
3-Evaluar gastos
Una medida necesaria en tiempos de inflación alta es repensar qué gastos son innecesarios y qué gastos fijos o estructurales pueden variabilizarse en función del nivel de actividad. Muchas empresas se encontrarán reordenando prioridades, reviendo sus presupuestos y haciendo un seguimiento cercano de costos y gastos.
“En el fondo, la inflación cuestiona el nivel de actividad a futuro. La incertidumbre que genera suele implicar un retroceso un los planes de inversión y una parálisis de inversiones futuras, especialmente de aquellas que llegan desde el exterior. Si bien en el corto plazo la industria financiera se beneficia del dinamismo en el mercado cambiario, a largo plazo los interrogantes superan estos beneficios temporarios”, finaliza Fucci.-