A continuación, te brindaré 8 consejos para que puedas emprender y tengas en cuenta todo lo que tenés que saber para seguir adelante con tu proyecto pese a todo lo que se presenta en el camino.
1. Andá de frente y hacé rápido
Mirá, las ideas son buenas, pero lo que te separa del éxito es qué tan rápido te movés. No te quedes pensando mil cosas. El análisis no te lleva a ningún lado. Mandale, equivocáte, aprendé y corregí sobre la marcha. ¡No esperes a que todo sea perfecto!
2. El miedo te frena más que el fracaso
Muchos no emprenden porque les da miedo el qué dirán o si les va mal. Pero, ¿sabés qué es peor? Quedarte con la duda de lo que podría haber sido. El miedo es el peor enemigo del éxito. Yo llegué a México con 500 dólares y cero experiencia vendiendo, pero no me frenó el miedo. Si yo lo hice, cualquiera que quiera puede hacerlo también.
3. Rodeáte de gente que te impulse
Si querés crecer, tenés que juntarte con los que ya están donde vos querés llegar. A los 17, vendí mi Play para meterme en un multinivel, porque sabía que estar con gente exitosa me iba a cambiar la cabeza. Resultado: a los 21 hice mi primer palo verde. El entorno es clave. Si estás rodeado de quejosos o de gente que no se mueve, vos tampoco vas a moverte.
4. Invertí en vos mismo
La mejor inversión siempre sos vos. Leé, aprendé, hacé cursos, rodeáte de experiencias que te expandan la mente. Yo leí mi primer libro de desarrollo personal a los 16 y fue un antes y un después. Si no hacés crecer tu mentalidad, tu negocio se va a estancar. Ponele guita a lo que te haga mejor persona y emprendedor.
5. Aprendé a vender sí o sí
Podés tener el mejor producto del mundo, pero si no sabés vender, no sirve. Las ventas son la base de todo negocio, te guste o no. A mí, vender me llevó de estar sin un mango a ganar mucho por Internet. No tenés que ser crack de entrada, pero aprendé, practicá y no pares hasta dominarlo.
6. Cuidá tu tiempo como oro
El tiempo es lo más valioso que tenés. Dejá de perderlo en cosas que no te aportan y enfocáte en lo que genera guita. Si algo no te está llevando más cerca de tu objetivo, no lo hagas. Aprendé a decir «no» a lo que no suma. ¡Y sin culpa!
7. Sé flexible, pero no aflojés
Este camino está lleno de obstáculos. Lo que hoy funciona, mañana no. Pero eso no significa que tires la toalla. Sé flexible con la estrategia, pero firme con la meta. Si algo no va, ajustalo, pero jamás abandones lo que querés.
8. Generá confianza y autoridad
Nadie te va a comprar si no confía en vos. Tenés que ser alguien a quien la gente respete y quiera seguir. Laburá en tu imagen, salí en redes, en medios, y hacé que te vean como un referente. Yo invierto mucho en mi marca porque sé que es lo que me da credibilidad. Y la credibilidad, hermano, lo es todo.
En conclusión, emprender no es para tibios. Si querés resultados, tenés que moverte rápido, rodearte bien, invertir en vos, y aprender a vender. No hay otro camino. Y, sobre todo, nunca, pero nunca, bajes los brazos.-
(*) Empresario y speaker internacional, fundador de la mayor academia de ventas de Latinoamérica.-