Un reciente informe sobre la situación de la Investigación y Desarrollo (I+D) en Argentina, realizado por la Universidad Austral, pone de manifiesto preocupantes tendencias que afectan la competitividad y el desarrollo tecnológico del país.
Según el estudio, Argentina ha retrocedido un 11% en su inversión en I+D en los últimos 12 años, quedando por debajo de Brasil en términos del porcentaje del PBI destinado a este sector clave.
El estudio revela que, mientras países como Israel (5,56% del PBI), Corea (4,93%), Estados Unidos (3,46%), Portugal (1,68%) y España (1,43%) han aumentado levemente su inversión en I+D respecto al año 2021, Argentina no logró alcanzar el 1%, una meta del segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.
«Esta comparación internacional sitúa a Argentina en una posición desfavorable no solo frente a sus vecinos regionales, sino también frente a países fuera de la región», sentencia el estudio.
La investigación también pone de manifiesto un desbalance en la aplicación de los fondos entre los sectores público y privado.
El sector público se concentra en investigación básica y aplicada, con escaso esfuerzo hacia el desarrollo experimental, crucial para crear productos comercializables.
Por su parte, el sector privado ha mostrado un aumento del 15% en el número de empresas que reportan actividades de I+D en la última década, aunque este número sigue siendo insuficiente, representando solo el 14% del universo de empresas con más de 10 empleados.
Otra área de preocupación destacada en el informe es la cantidad de investigadores jóvenes en el país. Solo el 1,1% de los investigadores tiene menos de 25 años, y la mayoría (89%) está empleada en organismos públicos. Esto indica una baja incorporación de científicos en el sector privado, a pesar de una ligera mejora del 1,5% en la absorción privada de investigadores entre 2021 y 2022.
Finalmente, el informe concluye que los sucesivos gobiernos no han logrado articular eficazmente el sistema científico-tecnológico y el mundo empresarial con una política industrial adecuada a las necesidades del mundo moderno.
«La falta de inversión suficiente por parte del sector privado, los bajos salarios que desincentivan la carrera científica y la dispersión de fondos en proyectos de escaso impacto económico son factores que, de no corregirse, continuarán limitando el potencial innovador de Argentina», concluye el informe.
El objetivo del informe, elaborado por Luis Domingo Dambra, decano de la Facultad de Ciencias Empresariales y profesor del Área de Operaciones y Tecnología del IAE Business School de la Universidad Austral, es identificar datos destacados que muestren oportunidades de mejora en el ámbito de la I+D en Argentina. A partir de una revisión de indicadores del ex Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, se seleccionaron aquellos que respondían a este objetivo y se agruparon por capítulos para facilitar su comprensión. –